Tíscar Lara es profesora de Periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid e imparte docencia tanto presencial como virtual en varios programas de Posgrado de distintas universidades españolas, así como en centros oficiales de Formación del Profesorado.
Su área de especialización es el estudio de la comunicación digital en la sociedad del conocimiento. Como investigadora ha desarrollado gran parte de su trabajo académico en varios centros internacionales, entre los que se encuentran la Graduate School of Education de la Universidad de Harvard (2003), la Theater, Film and TV School de UCLA (1998-9). La Universidad Juan Agustín Maza de Argentina y la Nottingham Trent University (1996-7). En los últimos años ha participado como conferenciante en diversos congresos internacionales y ha publicado varios artículos en revistas y libros colectivos sobre alfabetización digital, medios sociales y educación 2.0. Desde 2004 escribe regularmente sobre estos temas en su blog www.tiscar.com.
Resumen
Nativos digitales - Competentes digitales - Arte y Cultura
Los jóvenes son el motor de la producción multimedia amateur en el entorno digital, creando y compartiendo contenidos y experiencias en la Red. Su capacidad de expresión artística e identitaria puede tomar formas muy diversas, desde crear sus propios fotomontajes, remezclar un vídeo o mantener su propio diario online en una red social. Según un estudio del Pew Internet & American Life Project (2007), más de la mitad de los adolescentes norteamericanos de 12 a 17 años que usa Internet ha creado algún tipo de contenido propio y un tercio de ellos lo ha compartido en Internet.
El auge de estas prácticas en la Red está favorecido por el desarrollo tecnológico de la llamada web 2.0 y su capacidad de lecto-escritura: el usuario no sólo puede “leer” o consumir contenidos producidos por otros, sino que también puede “reescribirlos” y difundir sus propias creaciones a un público potencialmente masivo. Esta capacidad de producción colaborativa y comunicación pública a través de las redes digitales se enmarca en lo que Henry Jenkins ha denominado “cultura participativa” y está siendo ejercitana por los jóvenes de manera natural a través de sus actividades de ocio y socialización online.
Sin embargo, este tipo de prácticas cotidianas no les convierte automáticamente en competentes digitales ni en competentes artísticos per se, pero sí suponen un punto de partida para el trabajo de los maestros en entornos de educación formal donde planificar el ejercicio de algunas destrezas clave como es el pensamiento crítico e incorporar debates que resultan problemáticos en la era digital como puede ser la noción de autoría distribuida.
Este enfoque integrador supone reconocer los aprendizajes que suceden fuera de los límites de la escuela y adaptar el currículo a las necesidades de la sociedad actual, que requiere de estudiantes más autónomos y capaces de desarrollar sus propias competencias para el aprendizaje permanente fuera de los ámbitos de la educación reglada.
Su área de especialización es el estudio de la comunicación digital en la sociedad del conocimiento. Como investigadora ha desarrollado gran parte de su trabajo académico en varios centros internacionales, entre los que se encuentran la Graduate School of Education de la Universidad de Harvard (2003), la Theater, Film and TV School de UCLA (1998-9). La Universidad Juan Agustín Maza de Argentina y la Nottingham Trent University (1996-7). En los últimos años ha participado como conferenciante en diversos congresos internacionales y ha publicado varios artículos en revistas y libros colectivos sobre alfabetización digital, medios sociales y educación 2.0. Desde 2004 escribe regularmente sobre estos temas en su blog www.tiscar.com.
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Nativos digitales - Competentes digitales - Arte y Cultura
Los jóvenes son el motor de la producción multimedia amateur en el entorno digital, creando y compartiendo contenidos y experiencias en la Red. Su capacidad de expresión artística e identitaria puede tomar formas muy diversas, desde crear sus propios fotomontajes, remezclar un vídeo o mantener su propio diario online en una red social. Según un estudio del Pew Internet & American Life Project (2007), más de la mitad de los adolescentes norteamericanos de 12 a 17 años que usa Internet ha creado algún tipo de contenido propio y un tercio de ellos lo ha compartido en Internet.
El auge de estas prácticas en la Red está favorecido por el desarrollo tecnológico de la llamada web 2.0 y su capacidad de lecto-escritura: el usuario no sólo puede “leer” o consumir contenidos producidos por otros, sino que también puede “reescribirlos” y difundir sus propias creaciones a un público potencialmente masivo. Esta capacidad de producción colaborativa y comunicación pública a través de las redes digitales se enmarca en lo que Henry Jenkins ha denominado “cultura participativa” y está siendo ejercitana por los jóvenes de manera natural a través de sus actividades de ocio y socialización online.
Sin embargo, este tipo de prácticas cotidianas no les convierte automáticamente en competentes digitales ni en competentes artísticos per se, pero sí suponen un punto de partida para el trabajo de los maestros en entornos de educación formal donde planificar el ejercicio de algunas destrezas clave como es el pensamiento crítico e incorporar debates que resultan problemáticos en la era digital como puede ser la noción de autoría distribuida.
Este enfoque integrador supone reconocer los aprendizajes que suceden fuera de los límites de la escuela y adaptar el currículo a las necesidades de la sociedad actual, que requiere de estudiantes más autónomos y capaces de desarrollar sus propias competencias para el aprendizaje permanente fuera de los ámbitos de la educación reglada.
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